Con el clima tan caluroso que tenemos en nuestro país, es muy agradable tomar baños por largos periodos en piscinas o playas. Sin embargo, esto puede ser un hábito que nos predisponga a padecer de otitis.
La otitis es una infección del oído, puede ser del oído externo o el oído medio. Cuando se da en el oído externo se le conoce como “otitis del nadador”, pues les ocurre generalmente a personas que pasan mucho tiempo en el agua: al oído permanecer húmedo, se facilita la proliferación de bacterias u hongos.
Puede darse en cualquier época del año, pero ciertamente es mucho más común en el verano, al ser una época en que se pasa más tiempo en piscinas o playas.
Sin embargo, no es que sólo por nadar se desarrollará una otitis externa. Hay otros factores que aumentan el riesgo, por ejemplo: la piel seca, la diabetes, rascarse el canal auditivo y el uso de palillos de algodón o ganchos para la limpieza del oído.
¿Cuáles son los síntomas de la otitis externa?
El síntoma principal es el dolor de oído, pudiendo ser muy intenso. Otras signos son picazón en el oído, disminución de la audición o sensación de “oído tapado” y a veces puede presentarse con hinchazón y enrojecimiento, así como salida de secreción del oído.
¿Cómo se diagnostica la otitis externa?
El médico puede ver con un otoscopio el oído afectado, evidenciando enrojecimiento de la piel del conducto auditivo, presencia de secreciones u hongos en el conducto auditivo, inflamación de la piel del conducto auditivo.
Generalmente, hay mucho dolor a la manipulación del conducto auditivo y en ocasiones el oído puede estar tan inflamado que no permite introducir el otoscopio para evaluación.
¿Cuál es el tratamiento para la otitis externa?
Si se confirma que es una otitis externa el tratamiento es con gotas para el oído por 1 semana. Estas gotas usualmente tienen un antibiótico que sirve para infecciones para bacterias u hongos, así como un corticoide que ayuda a desinflamar la piel del oído.
Rara vez se requieren antibióticos orales o inyectables para el tratamiento de una otitis externa, eso lo decidirá el médico tratante de acuerdo a la condición del paciente (grado de afectación, si tiene alguna enfermedad prexistente o tratamiento previo, entre otros factores).
En ocasiones se requerirá de lavado o aspiración de las secreciones que se encuentren en el oído o colocación de medicamentos especiales en el conducto. En estos casos, siempre debe ser realizado por un médico otorrinolaringólogo.
¿Cómo la prevenimos?
Hay que tratar de mantener los oídos secos, si sus oídos han sido expuestos al agua, asegúrese de secarlos bien.
No trate de secar el oído interno, solamente en la parte externa con un paño suave, no utilice palillos. Evite, por supuesto el baño en aguas contaminadas. Puede utilizar también un gorro de baño en la piscina o tapones contra el agua en oídos.
Es importante que el niño o adulto con tendencia a presentar otitis, procure secar muy bien su oído luego de exposición al agua. En el caso de los niños, este proceso puede ser realizado por los papás, usando un secador manual de cabello a temperatura baja, colocándolo a una distancia adecuada de la oreja.
Si es algo recurrente, el médico otorrinolaringólogo puede recomendarle gotas para prevenir las infecciones.
Si usted cree que tiene otitis externa acuda a un otorrinolaringólogo para que inicie un tratamiento adecuado. No se automedique para evitar futuras complicaciones.