Primero que todo, los sangrados o hemorragias nasales se denominan epistaxis. Ocurren al romperse los vasos sanguíneos de la nariz, siendo el sitio más común de sangrado la parte anterior de la nariz.
La epistaxis es un padecimiento muy común. La mayoría de las veces ocurre por irritaciones menores en la nariz, debido al rascado de la nariz, traumas nasales o presencia de infecciones respiratorias superiores (resfriados).
En estos casos, el sangrado suele ser escaso y autolimitado, sin poner en riesgo la vida del paciente y cediendo fácilmente con la presión ejercida con los dedos en la nariz.
Sin embargo, puede haber sangrados provenientes de la parte alta del tabique nasal o de la parte posterior de la nariz, siendo estas hemorragias difíciles de controlar, incluso por un especialista.
Causas frecuentes
Las causas más comunes de las hemorragias nasales son:
- Manipulación con el dedo, rascado de la nariz con las uñas.
- Traumatismos (como golpes o sonarse la nariz con fuerza).
- Cuando se reseca el revestimiento interior húmedo de las fosas nasales (como ocurre cuando estamos expuestos al frío)
Aparte de esas tres, existen otras posibles causas de sangrado nasal, como el uso de medicamentos que alteren la coagulación (aspirina, warfarina, entre otros), presencia de enfermedades hematológicas, cirugía reciente de nariz o senos paranasales, presencia de cuerpos extraños en niños, uso de suplementos vitamínicos que alteren la coagulación (ginko biloba, ginseg, infusiones o hierbas, entre otros), presencia de enfermedades alérgicas o infecciosas de la nariz, uso de drogas inhaladas (cocaína), aplicación incorrecta de medicamentos nasales, alcoholismo, tabaquismo, exposición a químicos (amoniaco, ácidos, irritantes nasales), uso de oxígeno o máquinas para el tratamiento de la apnea del sueño (CPAP), deformidades nasales (presencia de desviación de tabique nasal y tumoraciones en nariz o senos paranasales.
¿Cuándo alarmarme por un sangrado de nariz?
- Cuando hay signos de pérdida excesiva de sangre (como debilidad, desmayos o mareos al ponerse de pie).
- Ante el uso de fármacos que interfieren con la coagulación de la sangre, como la aspirina, warfarina.
- Cuando hay presencia de una alteración de la coagulación o de un trastorno hemorrágico conocido (ej. hemofilia), enfermedades renales, anemia, leucemia, o falla hepática.
- Si hay episodios recurrentes de hemorragias nasales, especialmente sin una causa clara.
¿Qué hacer si tengo un sangrado nasal?
Primero, conservar la calma. El paciente debe estar sentado, con la cabeza inclinada hacia adelante, debe procurar no tragarse la sangre, respire por la boca. Realice presión con su dedo pulgar e índice en las alas de la nariz, esa presión debe ser firme por al menos 10 minutos. Si tiene disponible algún descongestionante nasal en spray (ej. Oximetazolina) puede impregnar un algodón con el descongestionante, introducirlo en la fosa nasal afectada y realizar presión en alas nasales.
No se recomienda acostarse mientras tenga sangrado (para evitar que la sangre se desplace a la parte posterior de la nariz y pueda comprometer la respiración), evite sonarse la nariz después de la hemorragia, evite manipularse la nariz.
Si el sangrado cede, puede mantenerse en casa tranquilo, siguiendo las recomendaciones y solicitar cita con su médico tratante o con un otorrinolaringólogo para evaluación. Si el sangrado persiste luego de la presión, es muy abundante o se acompaña de otros síntomas, acudir a urgencias para evaluación.
¿Qué hacer para prevenirlo?
Mantener hidratada la nariz, usando regularmente humectantes o solución salina. Es importante controlar las enfermedades que puedan predisponer a sangrado nasal, como rinitis alérgica y sinusitis, así como otras enfermedades como la hipertensión, enfermedades hematológicas, hepáticas y renales. Evite el rascado o manipulación de la nariz, recorte y limado de uñas en niños, pregunte siempre a su médico sobre el uso de medicamentos y suplementos de venta libre, pueden tener efectos adversos desconocidos.
¿Cuándo acudir al médico?
Si el sangrado no se detiene al presionar la nariz se debe acudir al hospital de inmediato. Incluso si el sangrado se ha detenido, en caso de que el paciente presente signos de alarma, también debe acudir al hospital de inmediato. Si la hemorragia se presenta luego de un trauma fuerte en la cabeza o nariz (puede haber fractura de la nariz o alguna lesión en el cráneo).
¿Qué realizaré como médico otorrinolaringólogo?
Durante el examen evaluaré inicialmente con una luz frontal el interior de la nariz, buscando el punto de sangrado, para así tratar de controlarlo. Si es excesivo, puede que realice un “taponamiento anterior o posterior” para controlar rápidamente el sangrado, el mismo se puede realizar en el cuarto de urgencias o el salón de operaciones.
Si el sitio de sangrado no es visible en la inspección inicial, realizaré una endoscopia nasal (examen con una cámara) en el consultorio, donde puedo valorar la parte anterior, superior y posterior de la nariz.
Si el sitio de sangrado es identificado, se puede realizar una cauterización química en el consultorio para tratar de “sellar” el vaso sanguíneo que está ocasionando el sangrado.
Si la cauterización no es posible o si se han realizado varios intentos de cauterización previa, puede que te sugiera realizar un procedimiento para controlar el sangrado en el salón de operaciones bajo anestesia general.
De acuerdo a la causa del sangrado, te recomendaré un tratamiento adecuado para su caso o puedo incluso indicarte estudios de imagen (por ejemplo, una tomografía de senos paranasales).